Atrapados en el tiempo, Capitulo 38





El Regreso a Cyoria 


Las previas experiencias de Zorian tomando el tren a Cyoria con Kirielle no habían sido muy alentadoras. Ella siempre empezaba emocionada y curiosa, mirando intensamente al paisaje que pasaba y comentando sobre cualquier cosa que le llamara la atención, pero eso nunca duraba mucho. Simplemente no había mucho que ver en la ruta a Cyoria, así que ella rápidamente se aburría de mirar por la ventana del compartimiento y se volvía hacia la única otra fuente de entretenimiento que le quedaba- él. 

Y él lo había encontrado difícil entretenerla durante el viaje entero.

De todos modos, eso era antes cuando no estaba dispuesto a usar sus crecientes habilidades de formación para hacer magia en el tren. Esta vez había decidido que simplemente no le importaba el riesgo a ser descubierto. No podía encontrar una protección de detección en su compartimiento, y aún si lo agarraban de algún modo, probablemente solo le darían una pequeña multa y un reto. Sería molesto, pero preferible a escuchar a Kirielle quejarse de estar aburrida por varias horas. Además, de esta manera podría practicar lanzar hechizos bajo una protección de disrupción contra hechizos de formación- algo que él ya estaba planeando intentar. 

Así fue como Zorian se encontró a sí mismo levitando una esfera de agua en frente de él, un círculo de lápices y gomas de borrar orbitando alrededor de esta en un lento y difuso anillo que daba vueltas. Era difícil, a pesar de la aparente trivialidad de todo. Esto no era él simplemente amontonando un montón de hechizos de principiantes para obtener un efecto entretenido- estaba haciendo un acto de magia desestructurada, tratando el asunto entero como un ejercicio de formación muy complicado. Entre la complejidad del constructo flotante y la protección de disrupción, de verdad tenía que luchar para mantener control sobre la esfera y sus satélites. Estaba bastante seguro que este era su límite absoluto en cuanto a habilidades de formación de maná así que él debería probablemente-

“¡Haz una rana!” Kirielle desafió.

Zorian le dió a Kirielle una mirada molesta. Ella le sonrió, con confianza de que había ganado su pequeño juego. Que había encontrado su límite. Él no se propuso deliberadamente hacer la compleja cosa flotante frente a él, después de todo- había empezado como una esfera mucho más pequeña con solo dos lapiceras circulando alrededor de ella, y Zorian había pretendido completamente que se quedara así hasta que Kirielle empezó a desafiarlo para que lo haga más difícil. Después de vaciar todo lo que había en sus bolsillos y usar todas las lapiceras y gomas de borrar que ambos poseían, él había estado seguro que ella tendría que concederle la victoria…

Rompió el contacto visual con ella y se concentró en la construcción flotante frente a él. Tratar de formar el agua flotante en cualquier otra cosa que la esfera que era ahora sería increíblemente difícil. Controlar telequineticamente el agua era mucho, mucho más difícil que hacer lo mismo con objetos sólidos, y él encontraría difícil esculpirla en formas complejas aún si estuviese afuera de una protección de disrupción y no tuviese una órbita pequeña de pequeños objetos para servirle como distracción adicional. 

Pero ni sobre su cadáver hubiese admitido la derrota frente a su hermanita menor solo por eso. En los próximos quince minutos, formó lentamente la masa de agua en una escultura de una rana, tan detallada y convincentemente cómo pudo… en otras palabras, no mucho. Tuvo una rafaga de inspiración a la mitad, sin embargo, y decidió hacer a la rana monstruo de la que había salvado a las Guardianas de la Caverna Amarilla en el anterior reinicio en vez de una rana normal. Desafortunadamente, Kirielle no aprecio mucho sus esfuerzos. 

“Es una rana muy rara,” declaró.

“Es una rana diabólica de caverna amarilla,” dijo Zorian, inventando cosas sin vergüenza alguna. No tenía idea cómo se llamaba aquel monstruo, o si siquiera tenía un nombre oficial. “Enormes, crueles criaturas con una inclinación a comer niñas pequeñas.”

“Eso es estupido. Estas inventando cosas,” lo acusó. “Tan solo admite que perdiste.” 

“Bah, me pediste una rana y yo hice una. No es mi culpa que no tengas suficiente conocimiento en el diverso y fascinante mundo de los anfibios mágicos. Déjame guardar todo esto y te contaré sobre Sumrak el mago y la historia de como salvo a una sociedad secreta de magos de una de las mencionadas ranas diabólicas…”

Antes de que Kirielle pudiese quejarse mucho, Zorian apuradamente se puso a deshacer la construcción en frente de él antes de que su degradante control se deshiciese por completo, dejando que las lapiceras y gomas de borrar flotacen hacia abajo hasta el asiento vacío al lado suyo y derramando el agua de vuelta a su botella. Hecho eso, se puso a contarle una versión algo modificada de su batalla contra el monstruo rana. 

Bueno, muy modificada. En la historia de Zorian, las Guardianas de la Caverna Amarilla eran un grupo de reclusos magos humanos que vivían muy al norte, practicando ‘magia arácnida’, y el aventurero Sumrak confrontaba al monstruo rana de frente con su increíble poder mágico en vez de recurrir a trampas y subterfugio. Era una historia más impresionante de esa manera. Kirielle parecía escéptica de la historia al principio, pero cuando Zorian empezó a usar ilusiones detalladas para demostrar los eventos de los que hablaba, su sospecha se fue y se puso a prestar gran atención a la historia. 

Zorian no sabía si reírse o enojarse de que estuviese tan fascinada por las ilusiones. Eran… bueno, no muy fáciles, pero nada especial tampoco. La bola flotante de agua y útiles escolares que había hecho antes había tomado mucha más habilidad y esfuerzo para crear. Estaba tentado a culparselo a su ignorancia en cuanto a cómo se veía una exhibición real de habilidad mágica, pero sospechaba que aún si ella hubiese sabido cómo juzgar la dificultad propiamente, posiblemente no le hubiese importado mucho. Él había notado durante otros reinicios que ella amaba el ilusionismo más que cualquier otra disciplina mágica que él le había mostrado. Capaz apelaba a su artista interior?

El anunciante del tren declaró que estaban llegando a Korsa, forzando a Zorian a cortar la historia justo antes de que Sumrak triunfara en luchar su camino entre los incontables engendros de la rana diabólica y enfrentara al monstruo en el cavernoso hogar al cual había escapado cuando perdió la última ronda con el aventurero mago…

...Y por supuesto que Kirielle no permitiría tal cosa. Estaba bien con esperar mientras la gente se subía al tren y miraba los compartimientos para buscar un asiento, pero cuando todos se instalaron y el tren comenzó a moverse otra vez, le demandó que continuase con la historia. El problema era que Ibery había decidido unirseles en el compartimiento en el medio, y Zorian se sentía solo un poquito inquieto sobre demostrar sus habilidades frente a ella. Una inquietud que Kirielle no simpatizaba con ni un poco. 

“No puedes parar ahora, no cuando la historia está tan cerca del final,” se quejaba.

“Bueno, siempre y cuando me abstenga de usar mis, err, ayudas visuales…” intentó Zorian.

“Nooo!” Kirielle suplicó. “Esa era la mejor parte de la historia!”

Zorian mandó una mirada significativa hacia Ibery, esperando que Kirielle entendiera el mensaje. Ella lo hizo, masomenos, pero no reaccionó a la información de la manera que el esperaba que lo hiciera. 

“Oh, vamos, la amable señorita no te delatara por hacer magia en el tren,” Kirielle declaró en voz alta. Entonces se volvió hacia la sorprendida Ibery y le dió la mirada más conmovedora de ojos de cachorrito que pudo hacer. “No harías eso, o no?”

“Umm…” murmuró Ibery, moviéndose incómodamente en su asiento. “Qué? Pensé que el tren tenía contramedidas para evitar el lanzamiento de hechizos?”

“Las tiene?” preguntó Kirielle, sorprendida. 

“Las tiene,” confirmó Zorian. No había sentido en hacerse el tonto ahora. “Aunque solo interrumpen el lanzamiento de hechizos, no lo hacen imposible. Puedes solucionarlo si eres lo suficientemente bueno.”

“Y… tu eres tan bueno?” preguntó Ibery inciertamente.

Zorian se encogió de hombros, ofreciendo ninguna otra respuesta. Entonces, para el alegro de Kirielle, procedió a terminar la historia que había estado contando, ilusiones bonitas incluidas. Notó que Ibery había hecho a un lado su libro para escuchar también. 

Ella también trato de lanzar discretamente un par de hechizos simples cuando pensó que él no estaba mirando, y frunció el ceño cuando no logró superar la protección de disrupción. Probablemente solo tenía curiosidad sobre el nivel de habilidad necesario para superar la protección. Él pensó en escanear sus pensamientos superficiales para enterarse de lo que estaba pensando, pero decidió no hacerlo después de pensarlo un poco. El riesgo de ser atrapado en el acto era mínimo, ya que Mente Como Fuego le había enseñado cómo testear la presencia de defensas mentales sigilosamente, pero hacerse el hábito de invadir casualmente las mentes de todos a su alrededor le pareció una mala idea. Dejó a Ibery con su experimento y se concentró de nuevo en Kirielle y la historia que estaba contando.  

Una vez acabada la historia, Ibery inmediatamente entabló una conversación con los dos. Ella les admitió que no le importaba mucho la historia misma, especialmente ya que sólo llegó a escuchar el final de ella, pero estaba muy impresionada con su habilidad para superar las protecciones del tren. Especialmente cuando se enteró de que él tan sólo estaba empezando su tercer año en la academia. 

No obstante, eventualmente llegaron a Cyoria y tuvieron que partir para ir por caminos separados. Antes de saludarse, sin embargo, Ibery le dijo nerviosamente que se pasase por la biblioteca en algún momento de la siguiente semana para discutir… algo. Bueno, lo que sea- él ya había tenido la intención de asaltar la biblioteca por más hechizos en este reinicio de todos modos, así que podía ver que era lo que ella quería de él mientras estaba en ello.  

“Creo que le gustas,” Kirielle le dijo cuando estuvieron solos.

“Nah, está por las nubes por Fortov,” dijo Zorian.

“Que?” preguntó Kirielle, desconcertada. “Ella y Fortov? No puede ser!”

“Bueno, no dije que estuviesen juntos,” clarificó Zorian. “Sólo que a ella le gusta.”

“Como sabes eso?” preguntó Kirielle sospechosamente.

“Antiguos secretos mágicos?” intentó Zorian. Kirielle le dio una mirada inexpresiva. “Bien, bien… te lo diré luego, cuando lleguemos a nuestro nuevo alojamiento. No es algo que deberíamos discutir en público.” 

Aún mientras conversaba con su hermanita menor, Zorian prestaba atención a lo que le decía su sentido mental mientras se movían por las multitudes. Aún si era el objetivo de alguien defendido contra detección mental, la ausencia de una mente en alguien era una enorme alarma en sí mismo. No detecto intenciones hostiles dirigidas hacia ninguno de ellos, sin embargo, y ninguna de las personas sospechosas que encontró eran invisibles a su sentido mental. Después de diez minutos, dejó salir un respiro de alivio- sus temores de haber caminado a una trampa con su hermanita menor tras sus pasos parecían ser sin fundamento. 

Hmm, sabía que iba a llover más tarde, pero él podía protegerse de la lluvia bastante fácil… capaz un poquito de turismo por la ciudad para satisfacer la curiosidad de Kirielle un poco?

“Hey,” dijo Zorian, atrayendo la atención de Kirielle. “Quieres visitar la plaza central de la ciudad? Tienen una linda fuente allí que me gusta ver a veces...”

Ella dijo que sí, por supuesto. No debería haber siquiera preguntado. 

* * *

Habían pasado más de cuatro años desde que Zorian había empezado a buclear, y un montón de cosas habían pasado en ese periodo de tiempo. Seguir el rastro de todo aquello era un desafío mayor, aún con su entrenamiento de mago y su propia excelente memoria. Habiendo estado ausente de Cyoria por casi un año y medio para escapar del escrutinio de Túnica Roja ciertamente no había ayudado en este aspecto, y muchos de los pequeños detalles y pormenores de cómo un reinicio ‘normal’ se suponía que fuese habían desaparecido de su mente durante su larga ausencia. 

No debería ser muy sorprendente, entonces, que se hubiese olvidado completamente de lo que había pasado la última vez que intento llegar a la fuente al principio de un reinicio- después de todo, no lo había intentado desde aquel primer, fatídico reinicio que lo incluyó en el bucle temporal. 

Así, cuando los dos de ellos finalmente se atravesaron con el enjambre de ratas cráneo bloqueando su camino, Zorian se encontró tan sorprendido como la vez anterior. No era tan indefenso como en aquel entonces, sin embargo, y casi las quemó todas a cenizas hasta que se detuvo a sí mismo. Estaba bastante seguro que el matar al enjambre lo pondría en el radar de los invasores, y entonces en el radar de Túnica Roja también, así que la jugada más inteligente sería simplemente retirarse como lo había hecho en su primer reinicio.  

Sintió al enjambre testear sus defensas mentales y respondió endureciendo sus defensas y devolviendo el ataque. Los ataques pararon, pero su contraataque hizo muy poco a la mente colectiva del enjambre- la mente grupal estaba completamente sin defensa alguna, probablemente porque cualquier caparazón mental interferiría con su red telepática interna, pero su contraataque meramente dejó inconscientes a un par de ratas individuales en vez de hacer algún daño significante. Se preguntaba si-

Sintió un pico de terror de parte de Kirielle cuando ella finalmente se dio cuenta de lo que estaba mirando, y se dio cuenta que el de verdad no debería estar jugando con estas cosas- él era probablemente inmune a cualquier cosa que les tiraran, pero ella no lo era. Les mando un débil lanzallama a la parte más cercana del enjambre para que retrocedieran un poco y después se volvió inmediatamente, agarró a Kirielle y huyó. Las ratas no los siguieron, tal y como no lo habían seguido la primera vez que se las encontró. Probablemente no querían llamar la atención más que él querría tal cosa, aunque eso planteaba la pregunta de qué diablos estaban haciendo bloqueando uno de los caminos más importantes de Cyoria en pleno día. Algo que averiguar eventualmente…

Mientras corrían, se maravilló vagamente de qué tan afortunado era de nunca haber replicado ese primer encuentro con las ratas cráneo antes de conocer a las aranea- sin duda ellas habían leído su mente, y había una gran chance de que se hubiesen enterado del bucle temporal por medio de sus pensamientos. Aún si hubiesen hecho a un lado todo el tema de viaje en el tiempo como un delirio, definitivamente hubiesen estado interesadas en su conocimiento sobre la invasión…

“Um, aún podemos ir a ver a la fuente?” preguntó Kirielle una vez que se hubiesen alejado lo suficiente y hubiese tenido la chance de recuperar el aliento y calmarse. 
 
“Si, se una ruta alternativa,” dijo Zorian, apuntando a un parque cercano. 

Un momento, no había el intentado ya eso en el primer reinicio y encontrado algún tipo de obstáculo? Estaba bastante seguro que si. Que tipo de- ah! La chica de la bicicleta. Se había olvidado completamente de ella. Oh, bueno, eso no era realmente un problema- él sacaría su bicicleta del agua rápidamente y podrían seguir con su camino. 

Kirielle se volvió inusualmente callada cuando encontraron a la pequeña niña llorando y se quedó atrás mientras él le hablaba a ella. Sacó la bicicleta del arroyo con una facilidad trivial, simplemente poniendo su mano sobre el puente y haciendo que la bicicleta subiera a su agarre- le tomo más tiempo calmar a la chica un poco y hacer que le contase lo que la había molestado más de lo que le tardó recuperar la bicicleta. Uso un par de hechizos para secar y limpiar la bicicleta de todo el barro que se había acumulado sobre ella, simplemente porque podía y no vio razón por la que no hacerlo. Sospechaba que la bicicleta estaba ahora más limpia de lo que había estado antes de caerse en el arroyo. 

“Ahí está,” dijo Zorian orgullosamente. “Tu bicicleta está limpia, intacta y fuera del arroyo. Puedes dejar de llorar ahora, sí?”

“Okay,” resopló, frotándose los ojos. “Um. Gracias.”

“No lo menciones,” le dijo Zorian. “Bueno, deberíamos irnos ahora, asi que cuidate. Creo que va a llover pronto, así que probablemente deberías irte a casa también.” 

“Vamos, hermano, no seas malo. No podemos dejarla aquí,” protestó Kirielle de repente. “Deberíamos acompañarla a su casa, solo por si acaso.”

“No es malo,” la otra niña protesto, de repente saliendo de su entrance. “Y puedo encontrar el camino a casa yo sola. No soy estúpida.”

Oh, le gustaba esta niña. No era frecuente que alguien lo defendiera en preferencia de Kirielle. 

“Bueno. Estoy contento de que alguien no asuma automáticamente lo peor de mi,” dijo Zorian, dándole una mirada de reojo a Kirielle. Ella le dio una mirada exasperada. “Estoy seguro de que Kirielle no quería decir nada de eso, de todos modos- ella tan solo estaba preocupada por ti, ya que aún parecías bastante alterada.”

“Yo solo… me dieron la bicicleta tan solo ayer y madre me dijo que tuviese cuidado con ella porque no podían comprar una nueva y yo…”

“Hey, hey, está bien,” dijo Zorian rápidamente, interrumpiendo su historia. Ella parecía como si fuese a ponerse a llorar otra vez. “La recuperaste. Bien está lo que bien acaba. Pero capaz si deberíamos acompañarte a casa, al menos hasta que te calmes un poquito.”

“Sí!” añadió Kirielle. “Podemos hablar en el camino y conocernos. Recién llegué aquí y sería bueno tener una amiga de mi edad. Cual es tu nombre, de todas formas? Yo soy Kirielle y este chico que saco tu bicicleta del río es mi hermano Zorian.”

“Nochka,” dijo ella. “Pero, um, no quiero hacerlos estar tarde.”

“Solo íbamos a ver a la fuente, nada muy importante,” Kirielle le respondió. “Podemos hacer eso en cualquier momento. Vamos, muéstranos donde vives.”

La caminata a la casa de Nochka era una corta- ella vivía bastante cerca del parque, por lo cual sus padres le habían dejado ir completamente sola. Aún así, era un poco raro que sus padres fueran tan ajenos al paradero de su hija, pero los padres de Zorian eran igual con el, asi que no se entrometió. No dijo mucho, la verdad, pero eso estuvo bien porque Kirielle hablo lo suficiente para ambos. Nochka era tímida y nerviosa, constantemente viendo sus alrededores y saltando a casa ruido inusual, pero se terminó amigando con Kirielle para cuando llegaron a su casa. Ella tenía ocho, era un año menor que Kirielle, y también era bastante nueva en Cyoria. Su familia había llegado a la ciudad hace un par de meses, y no tenía amigos de su edad tampoco. Genial. Estaba seguro que sabía adonde iba a para esto…

Zorian trato nuevamente de retirarse de la situación cuando dejaron a Nochka en su casa, pero falló- la madre de Nochka los vio llegar e insistió que vinieran adentro, y no quiso ser descortés. Supuso que la mujer tenía el derecho de ser curiosa sobre un par de extraños caminando con su hija, y que deberían al menos calmar sus miedos un poco antes de irse. Nochka apuradamente le dio un relato de los acontecimientos apenas entraron; aunque en su historia la bicicleta no se cayó en un arroyo, sino que se había quedado atrapada en una trampa de cuerda que por casualidad estaba en el parque por… alguna razón. Nochka no le dio mucha importancia a esa parte del relato, y siguió adelante a como Zorian le ayudó a bajar la bicicleta del árbol.

Si, Nochka era terrible mintiendo. Por la manera en la que su madre la estaba mirando cuando terminó la historia, Zorian estaba bastante seguro que le sacaría la verdadera historia el momento que Zorian y Kirielle se fuesen de la casa. 

La madre de Nochka, quién Zorian se enteró se llamaba Rea, daba honestamente un poquito de miedo a Zorian. Ella no se veía aterradora- tenía el mismo cabello negro y ojos marrón oscuro que Nochka tenía, y la estatura y ropas de una ama de casa promedio- pero solo tomo cinco minutos para que Zorian decidiera que había algo más en ella que no estaba viendo. Sus movimientos era todos fluidos y precisos, nunca tartamudeaba o vacilaba al hablar, su mirada era aterradoramente intensa, y daba un aire de absoluta confianza y compostura. Francamente, si hubiese estado solo se hubiese ido del lugar lo más rápido posible, pero Kirielle no parecía ni cerca de intimidada por la mujer e insistió en contarle historias a su nueva amiga. Como en la de cómo se habían cruzado con ella en primer lugar.

“Ah, si, las extrañas ratas de cerebro,” dijo Rea cuando Kirielle les contó de su encuentro con las ratas cráneo. “He visto un par por la casa, pero nunca en tales números. Cosas asquerosas.”

Zorian frunció el ceño. Porque habría ratas cráneo en su casa?

“Deberías tener cuidado,” le dijo. “Se llaman ratas cráneo y pueden leer tu mente, posiblemente hasta tus memorias si las dejas suficiente rato sin molestar.”

“Hmm… es bueno que las mate cuando las encuentro, entonces,” dijo Rea. 

“Si, pero no pienses que eso te deja completamente segura,” le dijo Zorian. “Son una mente colmena telepática, así que matar a una rata no borra la información que obtuvo de ti. Lo que sabe una rata cráneo, lo saben todas. De verdad pienso que deberías reportar esto a las autoridades de la ciudad y que cacen al enjambre entero, pero es tu decisión al final del día.”

“Ya veo,” dijo Rea después de mirarlo por unos de segundos. “Hablaré con mi marido sobre tu consejo y veremos lo que hacemos. Debo decir, esta sorprendentemente bien informado para un chico de quince años, señor Kazinski.”

“Mi hermano es muy inteligente,” dijo Kirielle.

Oh, basta, aduladora.

“Si- gracias por su hospitalidad, Señora Sashal, pero nuestra casera nos está esperando y de verdad deberíamos ponernos en marcha,” dijo Zorian, levantándose de su asiento y haciéndole señas a Kirielle para que haga lo mismo. Por lo que había dicho Rea antes, su esposo iba a llegar del trabajo pronto, y preferiría no quedarse atrapado en otra ronda de explicaciones. 

“La lluvia es bastante pesada, sin embargo,” dijo Rea, dándole una mirada a la ventana al lado de ella. “Deberían esperar al menos hasta que el tiempo se ponga mejor antes de ir.”

“Desafortunadamente, no parece que vaya a pasar eso por bastante tiempo,” dijo Zorian. “Pero eso está bien, porque puedo teletransportarnos a mi y a Kirielle cerca de nuestro destino y defendernos de la lluvia por el poco rato que nos quedaremos en ella.” 

“Puede Kirielle venir a jugar conmigo alguna vez?” preguntó Nochka.

“Uh, si. Seguro,” dijo Zorian. Si, estaba bastante seguro que Kirielle estaría enojada si dijese que no. Aunque de verdad no quería tener a Kirielle en una área infestada de ratas cráneo…

Zorian y Kirielle se despidieron y se fueron en la dirección de la casa de Imaya. 


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